Tucumán es sabores
Tucumán no es solo paisajes y entretenimiento, es también gastronomía y con sello propio y del mejor. Exquisitas comidas regionales y artesanales, entre las que se puede encontrar dulces típicos y recetas que van pasando de generación en generación.
Las empanadas son orgullo nacional en Tucumán, que además tiene producción propia de quesos, vinos y caña de azúcar. La empanada tucumana no es una empanada cualquiera: es muy jugosa y tiene un repulgue de exactamente trece vueltas. Su masa se prepara con el agua en la que se hirvió el matambre y su relleno luce el tono rojizo que le da el pimentón.
Se cocina en horno de barro y constituye una obra maestra de la provincia. Son una buena excusa para adentrarse en un recorrido culinario.
Recorrer los tambos artesanales de Tafí del Valle, donde se usan técnicas jesuitas, ayuda a aprender sobre la herencia que dejaron los antepasados en la zona. En algunas estancias, la gastronomía gira alrededor del queso, por lo que a las visitas guiadas se suman degustaciones.
Y en cuanto a vinos, la ruta tucumana es una experiencia enriquecedora a la hora de recorrer el Valle Calchaquí y la mítica Ruta 40, que te regala uno de los mejores aspectos que guarda la tierra de la Pachamama.
Los vinos de altura sorprenden el paladar de los más expertos catadores, afi cionados y visitantes en general. Conocer y visitar las bodegas de la zona es parte de esta experiencia que se completa con degustaciones y los mejores maridajes para nuestras comidas típicas.
Hay nuevas joyas gastronómicas que ya son sin dudas un sello tucumano. Entre ellas los aclamados “sánguches de milanesas”, que ya forman parte de un itinerario obligado si visitas Tucumán. Un plato simple pero lleno de secretos que hace que únicamente en nuestra tierra se pruebe el mejor sándwich. Los recuerdos más signifi cativos de Tucumán los vas a experimentar en sus sabores.