Día del Consumo Sustentable: reutilizan el plástico y lo transforman en productos de uso cotidiano
Prolongar la vida útil del plástico para evitar que termine en la basura y, de este modo, disminuir la producción residuos contaminantes. Este es el objetivo que persiguen las emprendedoras de Tejiendo conCiencia, un proyecto de triple impacto (económico, social y ambiental) instalado en Yerba Buena que, desde 2012, reutiliza bolsas de plástico y, mediante técnica de tejido, convierte este material en productos utilitarios como bolsos y canastos.
En el Día de la Acción Global para el Educación sobre el Consumo Sustentable, el IDEP Tucumán (Instituto de Desarrollo Productivo) entrevistó en un After Office de Instagram a la ecóloga, Agustina Malizia, una de las fundadoras del emprendimiento, quien comentó que el proyecto se inició en 2012 como consecuencia de su interés por la ecología y por el tejido.
«Preocupadas por el incremento de la basura en Tucumán, empezamos con esta inquietud de transformar bolsas de plástico y tejerlas», relata Malizia, quien, además, comenta que su compañera y cofundadora, Carolina Monmany también es ecóloga y comparten su trabajo en el Instituto de Ecología Regional, que depende del Conicet y de la UNT.
En el emprendimiento también interviene un grupo de tejedoras y de ovilladoras, que se encargan, junto a las fundadoras, de armar los ovillos de plástico y de tejer los objetivos utilitarios que comercializan, principalmente bolsos y canastos. «Para tejer usamos bolsas de supermercados, de pañales, de sachet de leche, de alimentos para perros y gatos, que transformamos en ovillos de plástico y luego, mediante técnicas de tejido artesanal, comenzamos la producción de bolsos y de canastos. Nuestro objetivo es darle una segunda vida al plástico», explica Malizia.
En el último tiempo, las integrantes de Tejiendo conCiencia ofrecen también capacitaciones para que otras personas aprendan a tejer con ovillos de plástico, con la idea de transmitir conocimientos y experiencias sobre esta técnica de tejido y sobre el consumo responsable. «Sostener un emprendimiento con impacto económico, social y ambiental tiene muchos beneficios para Tucumán. La cultura del tejido está instalada y esto permite que sectores vulnerables de la sociedad puedan trabajar para ayudar a resolver la problemática ambiental que es muy complicada en la provincia», concluye Malizia.