En Tucumán funciona la primera planta de tratamiento de residuos tecnológicos
Reducir, reutilizar y reciclar. Este principio de las «3 R» es el que impulsó la creación de la empresa tucumana Electrogreem, una planta de recolección y de tratamiento de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE). Es la única firma de esta naturaleza en la provincia y en el NOA, y tiene sus instalaciones en la localidad de Banda del Río Salí.
El gerente, Benjamín Zelaya, afirma que para operar cuentan con la habilitación de la Secretaría de Estado y Medio Ambiente de Tucumán. Las primeras operaciones comenzaron a principio de año y ya llevan procesadas 2 toneladas de desechos tecnológicos. El directivo subraya que la importancia de que funcione una planta de tratamiento responde a que en Tucumán se generan, en promedio, 10.500 toneladas anuales de RAEE, según datos de 2018, relevados por la Universidad Tecnológica Nacional – Facultad Regional Tucumán.
«Al haber un lugar dónde tratar estos desechos se impide que los usuarios o las empresas los depositen en vertederos ilegales o en basurales urbanos», advierte Zelaya. «Cuando pasa esto, los desechos electrónicos terminan quemados y esto afecta al medio ambiente y a las napas de agua, porque se liberan sustancias tóxicas», insiste.
Electrogreem tiene instalada una cadena de procesamiento que permite clasificar los desechos, ya que no todos tienen la misma disposición final. Algunos pueden ser reutilizados. «Nuestros técnicos se encargan de clasificar el material. La posibilidad de reutilizar es uno de nuestros principios: convertir desechos en nuevos recursos para que las empresas los reincorporen o los donen a instituciones benéficas», remarca el gerente.
Cómo funciona el tratamiento de los RAEE
-Evaluación del pedido de los clientes. Mediante un formulario online, la empresa analiza los artefactos electrónicos que el cliente quiere desechar. Puede ser una empresa o un particular. A partir de esto se confecciona un presupuesto.
-Recolección de los desechos electrónicos. En vehículos acondicionados para ese fin, y con la habilitación correspondiente, la empresa visita al cliente y retira el material.
-Transporte de los residuos. Se concreta el traslado de los elementos recolectados hasta la planta de tratamiento. Allí, el personal técnico, integrado por ingenieros especializados, recibe los desechos y los codifica por tipo de producto y por peso.
-Proceso de separación. El personal de la planta clasifica los residuos con el propósito de establecer cuáles se pueden reutilizar y cuáles se pueden reciclar. Con aquellos residuos que se puedan reutilizar, los técnicos de la planta se ocupan de recuperarlos (por ejemplo, rearman una computadora o una impresora).
-Disposición final. Los residuos que no se pueden reutilizar se almacenan en el depósito de la planta hasta reunir una cantidad determinada, que se pueda enviar a plantas especializadas en reciclado o en tratamiento de metales. Estas instalaciones funcionan en Córdoba y en Buenos Aires.
-Recuperación y borrado de datos. Electrogreem también ofrece entre sus servicios el análisis de bases de datos, disponibles en computadoras o en dispositivos de almacenamiento, con el fin de recuperar datos que hayan quedado olvidados. Los técnicos analizan los artefactos, recuperan la información y la borran definitivamente.
Desechos tecnológicos, en cifras
-En Argentina, cada habitante genera, en promedio, 11 kilos anuales de residuos electrónicos.
-En Tucumán, se generan, en promedio, 10.500 toneladas anuales de estos residuos.